Golpeada, drogada y violada: la historia de una esclava sexual en India
Aishwarya KUMAR expresa;”Golpeada, drogada y violada: la historia de una esclava sexual en India”.
Pues, el historial del patriarcado no obedece desde el primate, sino a una tendencia “favorecedora” de su irresoluble perversión y ambigüedad sexual, que él lleva en todo su planteamiento, para continuar así satisfaciendo su dominio sobre lo femenino. En éste “historial” del predominio del macho se evidencia la facilidad con que su “cadena” de pensamientos se decide a aceptar su irresoluble perversión y ambigüedad sexual, cuando tal aceptación satisface a sentimientos saturados de su temor a la castración y el horror y el desprecio hacia lo femenino.
Aishwarya KUMAR expresa que, [En Bengala Occidental han desaparecido más de 50.000 mujeres jóvenes, da las cuales un 25% son menores, la cifra más alta en India, según los últimos datos nacionales de criminalidad.]
Pues, no nos debería sorprender, aunque en general se lo encubra con preceptos y normativas del clásico enredo leguleyo del patriarcado, la facilidad con la que quienes, se consideran de gran inteligencia, muestran bajo tales constelaciones psicológicas, reacciones propias de una suerte de incapacidad mental, admitiendo el carácter inferior de las mujeres y su condición de mero objeto – esclava sexual en Oriente y Occidente.
Aishwarya KUMAR expresa que, [Sin ingresos ni refugio, finalmente se quedó con un hombre que le ofreció una habitación, pero solo para abusar de ella. "Le suplicaba y lloraba", explica Ayesha, que tampoco usa su nombre real. "Abusó de mí y me golpeó, arrancó mi ropa y me agredió". Empezó una pesadilla de repetidos abusos sexuales de parte de dos hombres. "Me violaron más de ocho o nueve veces en 18 días", declara. La joven consiguió escapar después de contactar con un vecino. "Dije a la policía que quería que los dos hombres fueran castigados por violarme", cuenta. Pero los agentes respondieron que fue su "error" por entrar ilegalmente en India y archivaron el caso.]
Pues, es asombroso, pero típico del varón, la cantidad de tonterías que de éste modo descubrimos en la “legalidad” impuesta por el varón. La rígida imposición de la horda primordial, que tanto apoyo encuentra en el orden de la civilización patriarcal, no sólo no ha desaparecido, sino que se encuentra firme y adaptada entre las clases “superiores” y “cultivadas” que se ha hecho accesible a nuestra Ciencia de lo femenino (Femeninologia) en el sentido que el patriarcado “sabe” en su formación inconsciente todo aquello que en lo consciente “ignora” y determina con acierto en lo inconsciente lo que en lo consciente “equivoca” en su paranoico delirio.
Mi Femeninologia Ciencia de lo femenino es la serie de configuraciones que con mi conciencia voy recorriendo constituyendo, más bien, la historia que desarrollo en la formación de mi conceptualización. Es decir, una suerte de escepticismo consumado, que en realidad sería, el propósito de no rendirme, a la autoridad de los pensamientos de otro, sino de examinarlo todo por mí mismo ajustándome a mi propia convicción; o mejor aún, producirlo todo por mí mismo y considerar como verdadero tan solo lo que yo hago.
Hoy, como ese infante entre los 4 a 5 años adaptando mi pensar en la realidad, interpretando mi actividad onírica.
El sentido y la verdad del feminismo (la mujer) es absolutamente la derrota del varón; perverso irresoluble y ambiguo sexual.
Buenos Aires
Argentina
7 de noviembre de 2024
Osvaldo V. Buscaya (1939/2024)
OBya
Psicoanalítico (Freud)
Golpeada, drogada y violada: la historia de una esclava sexual en India
Aishwarya KUMAR
6
de noviembre de 2024
Una
joven india, rescatada de una red de explotación sexual, habla
con la AFP en una casa facilitada por una oenegé en la ciudad
de Calcuta, el 11 de septiembre de 2024 (Dibyangshu
SARKAR) (Dibyangshu SARKAR/AFP/AFP)
Vendida por su familia cuando era adolescente, Zarin fue golpeada, drogada y violada en grupo repetidamente.
Como Zarin, miles de jovencitas son víctimas del tráfico de mujeres en India, particularmente en el estado de Bengala Occidental, fronterizo con Bangladés, Bután y Nepal.
En Bengala Occidental han desaparecido más de 50.000 mujeres jóvenes, da las cuales un 25% son menores, la cifra más alta en India, según los últimos datos nacionales de criminalidad.
Zarin, cuyo nombre se modificó por respeto a su privacidad, fue vendida a traficantes por su propia familia después de que ella rechazara un matrimonio concertado cuando tenía 16 años.
"Les dije que no, que era demasiado joven", cuenta Zarin, ahora con 20 años, a la AFP.
En un viaje que ella pensaba que era una visita a su hermana en el territorio himalayo de Cachemira, a unos 1.900 kilómetros de su hogar, fue entregada a un hombre.
Sus raptores la drogaban frecuentemente con la comida para dejarla inconsciente. Un día escondió la comida y se dio cuenta de que estaban abusando sexualmente de ella.
"Me tumbé ahí, simulando que estaba inconsciente (...) Entonces vi tres o cuatro hombres que entraban a la habitación", explica.
Tatuajes
de una joven de Bangladés rescatada de una red de explotación
sexual, en una casa ofrecida por una oenegé en Calcuta, en el
este de India, el 11 de septiembre de 2024 (Dibyangshu
SARKAR) (Dibyangshu SARKAR/AFP/AFP)
"Entonces entendí lo que me estaba ocurriendo", agrega.
Esa vez se resistió, pero en los siguientes días volvió a ser violada en grupo.
El Ministerio de Interior de India contabiliza 2.250 casos de tráfico de personas en 2022, los datos más recientes disponibles. La cifra real se considera mucho más elevada.
Muchas de las jóvenes víctimas de estas redes acaban en Calcuta, la capital del estado de Bengala Occidental y una de las mayores ciudades de India. Algunas se ven arrastradas a trabajos forzados, otras a la prostitución.
En el caso de Zarin, sus raptores la terminaron vendiendo por, según cree ella, menos de 3.500 dólares.
De nuevo, "me golpeaban, abusaban sexualmente de mí", relata con una voz quebrada. "Hablar de esto es doloroso".
Finalmente pudo escapar y ahora intenta reconstruir su vida.- "Los traficantes explotan a millones" -
En la nación más poblada del mundo, la magnitud del problema es enorme.
Un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos de 2023 apuntó que India lleva a cabo "notables esfuerzos", pero todavía no cumple con los mínimos para eliminar el tráfico humano.
"Los traficantes explotan a millones de personas en el comercio sexual en India", afirmó este informe.
Algunos grupos organizan "matrimonios falsos en India y los países del Golfo" antes de explotar sexualmente a las mujeres, indicó.
Para atraer a sus víctimas, estas organizaciones usan las redes sociales o las aplicaciones móviles de citas, agregó.
Muchas se ven atrapadas por la práctica ilegal de la servidumbre por deuda, también conocida como esclavitud por deudas, en la que las víctimas son obligadas a trabajar para reembolsar los préstamos recibidos.
Una
mujer de India y una de Bangladés rescatadas de una red de
explotación sexual posan medio escondidas junto a una ventana
en una casa ofrecida por una oenegé en Calcuta, el 11 de
septiembre de 2024 (Dibyangshu SARKAR) (Dibyangshu
SARKAR/AFP/AFP)
El informe estadounidense también indicó que "importantes números" de jovencitas y mujeres de Nepal y Bangladés son captadas por las redes de tráfico sexual en India bajo la falsa promesa de ofrecerles un trabajo.
Pallabi Ghosh, fundadora de la Fundación Impacto y Diálogo, que trabaja para recuperar a las víctimas de estas prácticas, afirma que las cifras registradas quedan muy lejos de la realidad debido al "estigma".
Las familias a menudo no quieren continuar con la denuncia una vez la mujer desaparecida ha sido rescatada.
"Los casos de tráfico son difíciles de denunciar", afirma. "Esta es la razón por la que los traficantes andan sueltos".
El problema es grave, ahonda Pinaki Sinha, de la organización antitráfico Sanlaap de Calcuta.
La pobreza es un factor clave, porque muchos padres quieren casar a sus hijas con "una familia mejor económicamente".
Pero luego, las chicas son abusadas. "Hay una falta de conciencia y una falta de apoyo adecuado", asegura.
"Arrancó mi ropa" -
Ayesha, de 18 años, dejó atrás su trabajo en una fábrica textil en Bangladés y dedicó todos sus ahorros y los de su madre, 285 dólares, a un intermediador que prometió ingresarla clandestinamente a India y un empleo mejor remunerado.
Pero al llegar a India, le dijeron que el trabajo prometido en una fábrica ya no estaba disponible y le ofrecieron a cambio bailar en un bar, lo que ella rechazó.
Sin ingresos ni refugio, finalmente se quedó con un hombre que le ofreció una habitación, pero solo para abusar de ella.
"Le suplicaba y lloraba", explica Ayesha, que tampoco usa su nombre real. "Abusó de mí y me golpeó, arrancó mi ropa y me agredió".
Empezó una pesadilla de repetidos abusos sexuales de parte de dos hombres. "Me violaron más de ocho o nueve veces en 18 días", declara.
La joven consiguió escapar después de contactar con un vecino.
"Dije a la policía que quería que los dos hombres fueran castigados por violarme", cuenta. Pero los agentes respondieron que fue su "error" por entrar ilegalmente en India y archivaron el caso.
Ayesha no ha perdido la esperanza y planifica volver a casa y convertirse en esteticista.
"Quiero ser autosuficiente", afirma. "Quiero olvidar todo esto".